En el próximo LXII Congreso de la AERRAAITI, que dará comienzo el día 26 de Marzo en Cádiz, una de las visitas que tendrán lugar será a la factoría con la que cuenta la empresa ACERINOX en Europa. En ésta tiene lugar el proceso de fabricación del acero inoxidable; ¿sabes realmente qué es, y por qué está compuesto?

El acero inoxidable es en esencia una aleación de hierro con un contenido en cromo que ha de estar por encima del 10,5%. En función de la composición química de los mismos, los aceros se pueden dividir en martensíticos, ferríticos, austeníticos, y dúplex.

La materia prima utilizada para el proceso es una serie de chatarras férricas cuidadosamente seleccionadas, a las cuales se añadirán cierta cantidad de ferroaleaciones y otros minerales. Es interesante conocer que es un material 100% reciclable.

Podemos resumir la totalidad del proceso en las siguientes partes:

  • En primer lugar se recibe la materia prima, cuya composición ya hemos citado.
  • Posteriormente, ésta pasa a la acería, donde se fundirá y se creará el acero.
  • A continuación se realizan dos laminados, uno en caliente y otro en frío.
  • Para finalizar, se le da al acero el acabado superficial que deseemos.

Mención especial merecen el paso por la acería, el laminado en caliente y el laminado en frío, debido a la importancia de los mismos en el producto final obtenido; por ello, vamos a explicar brevemente en qué consisten estos tres procesos:

PASO POR ACERÍA

Una vez seleccionada la chatarra en función del acero que queramos, ésta es depositada en un horno de arco eléctrico que cuenta con tres electrodos de grafito; es aquí donde obtendremos el acero líquido. Éste se somete inmediatamente después al proceso conocido como AOD, en el cual tienen lugar las acciones de descarburación, reducción de oxígeno y desulfuración mediante gas inerte; finalizado este proceso, habremos conseguido que el acero adquiera la condición de inoxidable. Tras esto, tiene lugar un desbaste y el enfriamiento de la plancha de acero.

LAMINADO EN CALIENTE

Esta parte del proceso da comienzo en un horno de precalentamiento. En primer lugar, se realiza un desbaste con el objetivo de reducir el espesor de la plancha. Una vez obtenidas las dimensiones deseadas, el material pasa por el tren acabador, que mantiene la temperatura del mismo; esto permite evitar problemas por la falta de ductilidad del material.  Inmediatamente después se produce un enfriamiento de manera uniforme, y se bobina la lámina. El aspecto ennegrecido de la misma es el responsable de que sea conocida con el nombre de “bobina negra”.

LAMINADO EN FRÍO

Tras la laminación en caliente, la estructura cristalina del acero inoxidable ha perdido sus propiedades metalúrgicas; para recuperarlas, el material se someterá a un proceso de regeneración térmica.

El laminado en frío comienza con un recocido del material, tras el cual tendrá lugar un proceso de decapado. De esta manera se consigue dar al acero inoxidable ese aspecto brillante que tanto le caracteriza. En este punto, para conseguir el espesor final deseado en las láminas obtenidas de la unión de las diferentes bobinas, éstas se introducen en un tren de laminación reversible.

Para finalizar, y dado que de nuevo las propiedades metalúrgicas se han visto afectadas, tiene lugar otro proceso de recocido.

Si quieres introducirte un poco más en el mundo de la conformación del acero inoxidable, te invitamos a que le eches un vistazo a este breve vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=XFM5tEsMYGw&t=421s